jueves, 12 de noviembre de 2009

Dato Curioso


Desde el momento en que el cura Miguel Hidalgo tomó las armas, la madrugada del 16 de septiembre de 1810, la fecha se convirtió en el ícono de la historia mexicana, ya que a partir de ese momento se inició la marcha hacía la Independencia de México.
Con un futuro incierto y desconocimiento de las consecuencias que traería consigo el movimiento, la fecha ciertamente anunciaba el nacimiento de una nueva patria, donde convergían presente, pasado y futuro.
Aquel 16 de septiembre, en la madrugada, el cura Hidalgo y Costilla hizo sonar las campanas de su parroquia, en Dolores Hidalgo, para convocar a la muchedumbre a tomar las armas y luchar por su independencia.
De acuerdo con los historiadores Angélica Vásquez del Mercado y Alejandro Rosas, a lo largo de la historia algunos hechos se han desvirtuado o se han difundido de manera imprecisa.
En el más reciente número de la revista Quo, los especialistas y divulgadores señalan que el cura Hidalgo no dio el grito de Independencia a las cinco de la mañana sino a las dos del 16 de septiembre de 1810, y no el 15 como en la actualidad se festeja.
En su artículo México 100 datos curiosos + 10 mitos te has tragado, los historiadores señalan que antes de dar el grito, pronunció fuertes vivas a la Virgen de Guadalupe, a la religión católica y al rey Fernando VII y, eso sí, algunos mueras al mal gobierno.
En aquella lucha, la participación del género femenino, explicaron, fue fundamental, en particular una mujer muy famosa, conocida únicamente como La costeña, llamada así por los insurgentes.
Ella participó en el sitio de Cuautia proveyendo de alimentos a los guerreros, sin medir las consecuencias. También se sabe de otra mujer cuyo nombre se ignora, que destacó por apagar con cántaros de agua las bombas y granadas lanzadas al lugar por los realistas.
Hay que recordar, advirtieron, que José María Morelos y Pavón, así como su ejército, lucharon por 72 días en aquella región. Al final los insurgentes estaban hambrientos; pero su ánimo no decayó y terminaron por romper el cerco.
También se dice que durante esta guerra se dio un curioso enfrentamiento entre la Virgen de Guadalupe y la de los Remedios. La primera abanderaba a los insurgentes y la segunda a los realistas. Al final ganó la guadalupana.
Una vez iniciada la lucha por la independencia de México, se dice que Ignacio Allende quiso asesinar a Miguel Hidalgo, producto de fuertes diferencias desde el inicio ensorberbecido autodenominándose Alteza serenísima y permitiera la matanza de españoles.
En 1886 por primera vez se celebró de manera oficial el aniversario del grito, el regidor de las festividades Guillermo Valleto
Todas esas razones, indicaron ambos, llevaron a Allende a planear el envenenamiento de Hidalgo, y aunque repartió tres dosis de veneno, nunca pudo llevar a cabo su plan porque el sacerdote esta bien.
Otro dato curioso que relatan los historiadores es que desde 1810 Agustín de Iturbide fue un tenaz cazador de insurgentes; después negoció con ellos, lo que derivó en el famoso Abrazo de Acatempan con el líder de la resistencia, Vicente Guerrero, para pactar la paz.
Se puso entonces el sombrero de consumador del movimiento y terminó como emperador de un efímero reino mexicano, tras la firma de los Tratados de Córdova, el 24 de agosto de 1821 con el entonces virrey español Juan O´Donojú.
En aquel entonces, Iturbide proclamó: Esta América se reconocerá por nación soberana e independiente y se llamará en lo sucesivo Imperio Mexicano.
Vásquez y Rosas afirman que México es una de las pocas naciones cuyos políticos han terminado asesinando a sus héroes. Los dos consumadores de la Independenca, Iturbide y Guerrero, murieron fusilados.
Un Congreso de corte liberal le puso precio a la cabeza de Iturbide si regresaba de su exilio. Murió en 1824 fusilado, mientras que otro de corte conservador declaró a Guerrero incapacitado para gobernar y lo persiguió hasta matarlo en1831.
En 1829 los españoles intentaron reconquistar México, con una fallida expedición de cuatro mil hombre al mando de Isidro Baradas. El gobierno mexicano encomendó a Antonio López de Santa Anna vencerlo y al lograrlo se convirtió en héroe.
En 1886 por primera vez se celebró de manera oficial el aniversario del grito, el regidor de las festividades, Guillermo Valleto, propuso celebrarlo desde el balcón del Palacio Nacional en 1887; para ello se solicitó al pueblo de Dolores Hidalgo les prestara la campana, hecho a que se negaron los pobladores.
Pese a que los habitantes de la Cuna de la Independencia durante 10 años se valieron de diversos argumentos para que el objeto histórico no fuera llevado a la Ciudad de México, finalmente no lo lograron.
Sin embargo, el tiempo les hizo justicia y el 15 de septiembre de 1910 la celebración fue boicoteada por los maderistas, que todavia protestaban por la aprehensión de su líder, Francisco I Madero.
Aquella noche, cuando el entonces presidente Porfirio Díaz quiso tocar la campana, sucedió lo inesperado, alguien amarró el bandajo y el instrumento musical no emitió ningún sonido. Fue necesario que algún ayudante del presidente la desamarrara para continuar la ceremonia.
A propósito de la celebración del grito de independencia el 16 de septiembre de 1810, el presidente Díaz hizo cambiar la fecha de conmemoración para que coincidiera con el día de su cumpleaños.
Desde entonces, todos los 15 de septiembre, a las 11:00 horas, el presidente en turno sale al balcón del palacio Nacional a tocar la campana y ofrecer una arenga conmemorativa a la efeméride en la que se recuerda a los héroes de la Independencia.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Documento Sentimientos de la Nación


Sentimientos de la Nación

14 de septiembre de 1813
José María Morelos

1.- Que la América es libre e independiente de España y de toda otra Nación, Gobierno o Monarquía, y que así se sancione, dando al mundo las razones.
2.- Que la religión Católica sea la única, sin tolerancia de otra.
3.- Que todos sus ministros se sustenten de todos, y solos los Diezmos y primicias, y el Pueblo no tenga que pagar más obvenciones que las de su devoción y ofrenda.
4.- Que el Dogma sea sostenido por la jerarquía de la Iglesia, que son el Papa, los Obispos y los Curas por que se debe arrancar toda planta que Dios no plantó: omnis plantatis quam nom plantabit Pater meus Celestis Cradicabitur [Todo lo que Dios no plantó se debe arrancar de raíz]. Mat. Cap. XV.
5.- Que la Soberanía dimana inmediatamente del Pueblo, el que sólo quiere depositarla en sus representantes dividiendo los Poderes de ella en legislativo, ejecutivo y judiciario, eligiendo las Provincias sus vocales, y estos a los demás, que deben ser Sujetos sabios y de probidad.
6.- [En el original de donde se tomó esta copia —1881— no existe el artículo de este número. En otras ediciones, parte del número cinco pasa a formar el número seis: “Que los Poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial estén divididos en los cuerpos compatibles para ejercerlos”].
7.- Que funcionarán cuatro años los vocales, turnándose saliendo los más antiguos para que ocupen el lugar los nuevos electos.
8.-La dotación de los vocales, será una congrua suficiente y no superflua, y no pasará por ahora de ocho mil pesos.
9.- Que los empleos los obtengan sólo los Americanos.
10.- Que no se admitan extranjeros, si no son artesanos capaces de instruir, y libres de toda sospecha.
11.- Que la Patria no será del todo libre y nuestra, mientras no se reforme el Gobierno, abatiendo el tiránico, sustituyendo el liberal y echando fuera de nuestro suelo al enemigo Español, que tanto se ha declarado contra esta Nación.
12.- Que como la buena Ley es Superior a todo hombre, las que dicte nuestro Congreso deben ser tales que obliguen a constancia y patriotismo, moderen la opulencia y la indigencia, y de tal suerte se aumente el Jornal del pobre, que mejoren sus costumbres, aleje la ignorancia, la rapiña y el hurto.
13.- Que las Leyes generales comprendan a todos, sin excepción de Cuerpos privilegiados, y que estos sólo lo sean en cuanto al uso de su ministerio.
14.- Que para dictar una ley se discuta en el Congreso, y decida a pluralidad de votos.
15.- Que la esclavitud se proscriba para siempre, y lo mismo la distinción de Castas, quedando todos iguales, y sólo distinguirá a un Americano de otro el vicio y la virtud.
16.- Que nuestros Puertos se franqueen a las Naciones extranjeras amigas, pero que éstas no se internen al Reino por más amigas que sean, y sólo haya Puertos señalados para el efecto, prohibiendo el desembarco en todos los demás señalando el 10 p 100 u otra gabela a sus mercancías.
17.- Que a cada uno se le guarden las propiedades y respete en su casa como en un asilo sagrado señalando penas a los infractores.
18.- Que en la nueva Legislación no se admitirá la Tortura.
19.- Que en la misma se establezca por ley Constitucional la celebración del día 12 de Diciembre en todos los Pueblos, dedicando a la Patrona de nuestra libertad María Santísima de Guadalupe, encargando a todos los pueblos la devoción mensual.
20.- Que las tropas extranjeras o de otro Reino no pisen nuestro Suelo, y si fuere en ayuda no estarán donde la Suprema Junta.
21.- Que no hagan expediciones fuera de los limites del Reino, especialmente ultramarinas, pero [se autorizan las] que no son de esta clase, [para] propagar la fe a nuestros hermanos de tierra adentro.
22.- Que se quite la infinidad de tributos pechos e imposiciones que más agobian, y se señale a cada individuo un cinco por ciento en sus ganancias, ú otra carga igual ligera, que no oprima tanto, como la Alcabala, el Estanco, el tributo y otros, pues con esta corta contribución, y la buena administración de los bienes confiscados al enemigo podrá llevarse el peso de la Guerra y honorarios de empleados.—Chilpancingo 14 de septiembre de 1813.—José María Morelos (rúbrica).
23.- Que igualmente se solemnice el día 16 de Septiembre todos los años, como el día Aniversario en que se levantó la voz de la independencia y nuestra Santa libertad comenzó, pues en ese día fue en el que se abrieron los labios de la Nación para reclamar sus derechos y empuñó la espada para ser oída, recordando siempre el mérito del grande Héroe, el Sr. D. Miguel Hidalgo y su Compañero D. Ignacio Allende. Respuestas en 21 de Noviembre de 1813, y por tanto quedan abolidas estas, quedando siempre sujeto al parecer de S.A. Serenísima.